La Voz del Psiquiátrico fue una revista producida en el hospital psiquiátrico de Bétera, en Valencia. Al estilo de muchas otras que, a lo largo del último tercio del pasado siglo, intentaron estimular el deprimente ambiente institucional de la época. Actualmente olvidadas y en riesgo de perderse para siempre, en el blog ya he comentado en alguna ocasión mi interés en su conservación, cristalizado en www.psiquifanzines.com
En mi última visita psiquifotera a Valencia, tuve la enorme suerte de conocer a Motse Vela, trabajadora social que, recién incorporada al hospital, en 1974 impulsó la creación de la revista. Tras comentarme algunos aspectos relacionados con la misma y el contexto en que se desarrolló, nos despedimos prometiéndome que revolvería sus papeles en búsqueda de algún ejemplar que hubiera resistido el paso del tiempo.
Dicen que lo prometido es deuda, aunque no lo sea ya en este caso, hace poco recibí tres ejemplares que digitalicé con presteza y me sirvieron para elaborar la ficha básica de la revista para Psiquifanzines. Una vez acabado el trabajo de catalogación, de entre sus contenidos, quiero rescatar para Psiquifotos una biografía, publicada por entregas, que llamó mi atención. No era la de algún personaje histórico, si no la de uno de los pacientes entonces hospitalizados.
La Voz del Psiquiátrico. Bétera, febrero 1975, n.º 3.
Los escritos testimoniales alusivos a circunstancias biográficas de algunos pacientes, incluso más o menos completas, no son algo excepcional en estas publicaciones. Pero, en este caso, no me pasó desapercibida la referencia del protagonista, tras haber ganado un concurso de baile, a artículos y fotografías en todos los periódicos y revistas de la península… Fotografías que despertaron mi curiosidad y rápidamente me imaginé incluyéndolas en el blog, en una especie de modesto homenaje a aquella persona que quiso que sus éxitos no se olvidaran, recordándolos con añoranza desde el psiquiátrico, una vez sobrevenida la decadencia.
Por no alargarme en exceso, resumo lo que he podido indagar acerca de todo aquello. En 1933 se estrenaba la película Volando hacia Río Janeiro, donde Fred Astaire y Ginger Rogers interpretaron su versión del baile La Carioca, que exigía a los danzantes hacerlo unidos por sus frentes. Estrenada en España en enero de 1935, bien pronto el apasionado baile hizo furor en la sociedad de la época, tal y como se refleja en la siguiente caricatura.
En ese contexto, a inicios de 1935, se convocó un concurso de baile, al estilo de los que poblaron locales y salas de fiestas de entonces, pero en el que cada pareja tenía que interpretar obligatoriamente la dichosa Carioca.
Y ahí encontramos, a “Martinet” con “Romerito”, su pareja de baile, en el madrileño cabaré Hollywood, calentando para competir contra Emilio Arango y su “partenaire”. Era la noche de un frío lunes de finales de enero. No debieron danzar nada mal, y el miércoles competían de nuevo, clasificándose con 39 puntos, muy por delante de los 12 otorgados a la segunda de las seis parejas contendientes, superando su actuación anterior, con ostensible ventaja sobre sus contrincantes, hasta el punto de tener que repetir el baile entre aclamaciones del público. El estilo de estos dos artistas tiene un sentido tropical de gran efecto, según refería El Heraldo de Madrid el 31 de enero de 1935.
Éxito que repitieron en sus siguientes actuaciones y sirvió como buen reclamo publicitario.
Sin embargo, rebuscar en las hemerotecas de la época me ha servido para comprobar que ese año siguieron actuando durante los carnavales de Lisboa, volviendo a Madrid con la compañía de variedades de la cupletista Raquel Meyer. Tras actuar en diversos locales, según refiere en sus memorias, Martinet y Romerito ponen rumbo París, donde relata que protagonizó una larga serie de aventuras románticas.
Una de aquellas aventuras fue la que describe con Margaret, dama soltera norteamericana que, si bien era vieja y fea, fue la criatura más buena y esplendida que pude imaginar… mi primer “rollo” en París, hasta que Romerito le dio a elegir entre las dos. Fue esta segunda la seleccionada, aunque ...Hoy me arrepiento de no haberme ido con ella a Las Vegas, y haber seguido el camino que mi destino ponía a mi alcance en el alborear de mi irónica vida.
Por no alargarme en exceso, resumo lo que he podido indagar acerca de todo aquello. En 1933 se estrenaba la película Volando hacia Río Janeiro, donde Fred Astaire y Ginger Rogers interpretaron su versión del baile La Carioca, que exigía a los danzantes hacerlo unidos por sus frentes. Estrenada en España en enero de 1935, bien pronto el apasionado baile hizo furor en la sociedad de la época, tal y como se refleja en la siguiente caricatura.
El furor del día: La carioca. Crónica. 17 marzo 1935.
En ese contexto, a inicios de 1935, se convocó un concurso de baile, al estilo de los que poblaron locales y salas de fiestas de entonces, pero en el que cada pareja tenía que interpretar obligatoriamente la dichosa Carioca.
Y ahí encontramos, a “Martinet” con “Romerito”, su pareja de baile, en el madrileño cabaré Hollywood, calentando para competir contra Emilio Arango y su “partenaire”. Era la noche de un frío lunes de finales de enero. No debieron danzar nada mal, y el miércoles competían de nuevo, clasificándose con 39 puntos, muy por delante de los 12 otorgados a la segunda de las seis parejas contendientes, superando su actuación anterior, con ostensible ventaja sobre sus contrincantes, hasta el punto de tener que repetir el baile entre aclamaciones del público. El estilo de estos dos artistas tiene un sentido tropical de gran efecto, según refería El Heraldo de Madrid el 31 de enero de 1935.
Éxito que repitieron en sus siguientes actuaciones y sirvió como buen reclamo publicitario.
El Heraldo, 2 febrero 1935, p. 5.
El Heraldo, 4 febrero 1935 p. 5.
El Heraldo, 4 febrero 1935, p. 7.
Como comentaba antes, en la autobiografía del psiquifanzine hospitalario, donde Martinet parece entremezclar en su memoria algunas fechas y lugares de entonces, me llamó la atención su referencia a los artículos y fotografías que recogieron la victoria. Unas psiquifotos que, deseoso de conocer a Martinet, he intentado encontrar sin éxito, salvo la siguiente serie donde podemos comprobar el arte de la popular pareja de bailarines.
Crónica. 10 febrero 1935.
Sin embargo, rebuscar en las hemerotecas de la época me ha servido para comprobar que ese año siguieron actuando durante los carnavales de Lisboa, volviendo a Madrid con la compañía de variedades de la cupletista Raquel Meyer. Tras actuar en diversos locales, según refiere en sus memorias, Martinet y Romerito ponen rumbo París, donde relata que protagonizó una larga serie de aventuras románticas.
La Voz del Psiquiátrico. Bétera, abril 1975, n.º4.
Una de aquellas aventuras fue la que describe con Margaret, dama soltera norteamericana que, si bien era vieja y fea, fue la criatura más buena y esplendida que pude imaginar… mi primer “rollo” en París, hasta que Romerito le dio a elegir entre las dos. Fue esta segunda la seleccionada, aunque ...Hoy me arrepiento de no haberme ido con ella a Las Vegas, y haber seguido el camino que mi destino ponía a mi alcance en el alborear de mi irónica vida.
Pero aquí nos quedamos con las ganas de saber más de sus andanzas parisinas y de aquellas otras que siguieron, ya que desafortunadamente no disponemos de número de continuación, quizás perdido para siempre.
Hasta que, en marzo de 1949 les vemos reaparecer en Las Palmas y, en ocubre del año siguiente, en el madrileño Price como “los extraordinarios bailarines internacionales Romerito y Martinet, recién llegados de Buenos Aires”, en una función homenaje a Ana María González, “la voz luminosa de América”, en una deliciosa fiesta de humor, flores, lindísimas mujeres y confraternidad hispanoamericana.
Hasta que, en marzo de 1949 les vemos reaparecer en Las Palmas y, en ocubre del año siguiente, en el madrileño Price como “los extraordinarios bailarines internacionales Romerito y Martinet, recién llegados de Buenos Aires”, en una función homenaje a Ana María González, “la voz luminosa de América”, en una deliciosa fiesta de humor, flores, lindísimas mujeres y confraternidad hispanoamericana.
Nada más sabemos de nuestro protagonista, hasta encontrarnos la biografía del exbailarín entre las páginas de La Voz del Psiquiátrico de Bétera, en Valencia. Tenía 65 años y se le catalogó como enfermo ilustre. En su recuerdo, y en el otros muchos ilustres que poblaron nuestras instituciones, va esta entrada.
| BIBLIOGRAFÍA | |
| >>>>>>>>>>>> Consultar aquí toda la bibliografía citada hasta esta entrada |
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| Arte frívolo. Un concurso de “carioca”. Heraldo de Madrid. Lunes, 28 enero 1935, p. 5. Accesible en https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=34e0bdda-387f-4215-893a-99a5605d15e6&page=5 | |
| Arte frívolo. Las eliminatorias del concurso de carioca. Heraldo de Madrid. Jueves, 31 enero 1935, p. 6. Accesible en https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=0a1ecb68-10ae-4b64-9c5b-a7877cd4864f&page=6. | |
| Arte frívolo. Las eliminatorias para el concurso de “carioca”. Heraldo de Madrid. Sábado, 2 febrero 1935, p. 5. Accesible en https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=0ccdc5bf-d45d-49f9-991b-8969261c1bc0&page=5. | |
| Una lección gráfica de "carioca", por Martinet y Ronterito. Crónica, 10 febrero 1935. Accesible en https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=b8980f6f-d528-4710-918a-52a53f37bc13&page=19. | |
| Diario de Lisboa. 31 febrero 1935, p. 2. | |
| Maravillas: Presentación de la compañía de variedades de Raquel Meyer. ABC (Madrid). 9 marzo 1935, p. 45. Accesible en https://www.abc.es/archivo/periodicos/abc-madrid-19350309-45.html. | |
| El furor del día: La carioca. Crónica. 17 marzo 1935. | |
| Pompeya. Tararí. 19 diciembre 1935, p. 13. Accesible en https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=ce784f99-5473-435f-be15-31834c92cb18&page=13. | |
| Cinema Goya. Falange. 23 febrero 1949, p. 2 | |
| Homenaje Ana María González, 19 octubre 1950. Recorte accesible en https://www.teatro.es/++resource++plonetheme.teatro.images/multimedia/prensa/cdt/cdt_07/00015208.tif_pdf.pdf. | |
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La Voz del Psiquiátrico, n.º 3. Bétera, febrero 1975 |
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La Voz del Psiquiátrico, n.º 4. Bétera, abril 1975 |
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3 comentarios:
Hola Oscar:
Yo conocí a Martinet en el servicio de alcoholismo y Toxicomanias del Hospital Psiquiátrico de Bétera a finales de los 70. Recuerdo algunas de las fotos porque era muy conversador y le gustaba enseñarlas y contar su vida de bailarín. Tenía un porte muy elegante y era muy educado. Podíamos imaginarlo fácilmente vestido de gala. Si no recuerdo mal nació en el hospital de Jesús donde su madre estaba ingresada. Me parece un acierto incluirlo en personajes ilustres y gracias a Montse Vela, terapeuta ocupacional por conservar las revistas. También a ti Oscar por tu investigación constante y la difusión, como siempre. Ana Hernández
Entrada completamente impagable. Mil gracias. Cuántas y cuántas experiencias bajo la costra roñosa de la vida institucional. Y gracias también a Ana por su aportación testimonial.
Gracias por los comentarios. Es cierto que sin este tipo de testimonios la historia de la población institucionalizada no dejaría de ser una fría serie de números anónimos.
El reencuentro con quienes dejaron su impronta personal en aquellas modestas publicaciones, hoy nos permite atisbar un poco mejor su propia humanidad y circunstancias personales, más allá de diagnósticos y descripciones generales.
Por eso me sorprenden tanto, a pesar de su apariencia naif y simplicidad. Seguiré buscando como complemento a las psiquifotos.
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