Con ese mismo espíritu de número especial o extra de Navidad-Reyes va esta entrada, algo más extensa y dispersa de lo habitual, incluido el inesperado zapato que algún paciente de uno de nuestros hospitales psiquiátricos bien pudiera haber lustrado una lejana noche de Reyes. Festividad y celebraciones acompañantes que rescataremos luego descritas con las propias palabras de quienes las vivieron ingresados décadas atrás.
No podemos entender la Noche de Reyes sin su zapato o bota acompañante donde recibir los regalos, igual que los devotos de Papá Noel utilizan esa misma representación en forma de bolsón rojiblanco colgante. Esa idea es la que me vino a la cabeza, considerando las fiestas en las que andábamos, tras mi primera sorpresa ante una fotografía que alguien había identificado como "scarpa di contenzione" (zapato de contención). La instantánea original estaba a la venta a través de Internet, proveniente del archivo Farabola, de la agencia que el fotoperiodista Tullio Farabola (1920-1980) fundó en Milán en 1945.
Los aparatos de contención son los accesorios más tristemente asociados a las instituciones psiquiátricas, diseñados para sujetar y limitar el movimiento de los pacientes agitados o, muchas veces, simplemente incómodos en su manejo. Otras veces estaban dirigidos a reducir el daño que pudieran autoinfligirse o producir a terceros, como es el caso de manoplas y guanteletes acolchados. Pero la foto no mostraba nada sugerente de cualquiera de esas dos opciones, limitar el movimiento, o proteger a un tercero de un inesperado puntapié.
Y no parece que la denominación sea una simple equivocación, ya que el Museo de Historia de la Psiquiatría del Burghölzli (Hospital Psiquiátrico de la Universidad de Zúrich), donde trabajaron figuras de la talla de Eugene Bleuler, Carl Gustav Jung, Hans-Wolfgang Maier, Karl Abraham, Ludwig Binswanger, Hermann Rorschach, Franz Riklin, Constantin von Monakow, Adolf Meyer o Abraham Brill, recoge un botín similar entre su colección de instrumentos de contención.
Desde luego, el robusto aspecto de nuestra bota no parece estar diseñado para reducir el daño a terceros, por lo que, viendo la ausencia de cordones de las botas, junto a su aparente tuneado con un corchete metálico de presión con el fin de sujetarla sin necesidad de cordones quizás apunta a su uso preventivo en enfermos con tendencias suicidas. ¿O simplemente se trata de una adaptación, mal interpretada por quien identificó la imagen, para facilitar su atado por manos poco hábiles?
Los aparatos de contención son los accesorios más tristemente asociados a las instituciones psiquiátricas, diseñados para sujetar y limitar el movimiento de los pacientes agitados o, muchas veces, simplemente incómodos en su manejo. Otras veces estaban dirigidos a reducir el daño que pudieran autoinfligirse o producir a terceros, como es el caso de manoplas y guanteletes acolchados. Pero la foto no mostraba nada sugerente de cualquiera de esas dos opciones, limitar el movimiento, o proteger a un tercero de un inesperado puntapié.
Y no parece que la denominación sea una simple equivocación, ya que el Museo de Historia de la Psiquiatría del Burghölzli (Hospital Psiquiátrico de la Universidad de Zúrich), donde trabajaron figuras de la talla de Eugene Bleuler, Carl Gustav Jung, Hans-Wolfgang Maier, Karl Abraham, Ludwig Binswanger, Hermann Rorschach, Franz Riklin, Constantin von Monakow, Adolf Meyer o Abraham Brill, recoge un botín similar entre su colección de instrumentos de contención.
Instrumentos de contención del hospital Burghölzli (Zurich).
Desde luego, el robusto aspecto de nuestra bota no parece estar diseñado para reducir el daño a terceros, por lo que, viendo la ausencia de cordones de las botas, junto a su aparente tuneado con un corchete metálico de presión con el fin de sujetarla sin necesidad de cordones quizás apunta a su uso preventivo en enfermos con tendencias suicidas. ¿O simplemente se trata de una adaptación, mal interpretada por quien identificó la imagen, para facilitar su atado por manos poco hábiles?
Reverso de la imagen; "Zapato de contención". Manicomio de Regio Emilia (San Lazzaro).¿años 40?
En cualquier caso, no habiendo visto antes nada similar, me quedo con la duda. ¡Cualquier sugerencia o apunte sobre ese calzado, bien histórico o por haberse conocido en algún lugar, será más que bienvenido!
Pero como decía al principio, el carácter especial o extra de Navidad-Reyes de esta entrada, me obliga a redactarla con mayor extensión de lo habitual. Para ello, echaré mano de otra de mis aficiones acumulativos, que es la que tiene que ver con las publicaciones periódicas producidas en diferentes entornos psiquiátricos, y que vengo catalogando en el proyecto de conservación wwww.psiquifanzines.com
A partir de aquí, voy a entresacar algunas referencias a la festividad de Reyes en diversos hospitales psiquiátricos españoles durante el pasado siglo, con el objetivo de dar una somera idea de las celebraciones asociadas a la Navidad.
Publicadas en revistas y periódicos editados intramuros de los hospitales, creo que merece la pena rescatarlas por su indudable valor como testimonio histórico.
Ilustración ciclostilada de los Reyes Magos. Vida Nueva, Zaragoza. Enero 1969; n.º 7, p.2.
En ellas abundan referencias a buenos deseos y sentimientos de los pacientes ingresados:
Síntesis, Vitoria. Diciembre 1999; p. 7.
Club, Reus. Diciembre 1975; n.º 10, p. 2.
Muchas veces acompañados de la añoranza por la familia y el lugar de procedencia:
El Esquizográfico, Reus. Diciembre 1956; n.º 19, p9.
Deseos de marchar a casa por Navidad, buscando el consuelo en lo que les quedaba. Incluida la crítica, más o menos explícita, de algunos equipos ante la falta de respuesta familiar para acoger a los enfermos durante unos días. Para los que pasaban las navidades en el hospital, se organizaban festejos y celebraciones, intentando dar una imagen de normalidad festiva:
Adelante, Oviedo. Enero 1976; n.º 2, p. 3.
Ambiente, Murcia. 1980; n.º 6, p. 2.
Altozano, Valladolid. Enero, 1978; n.º 3, p. 6.
Fiestas que, a pesar de todo, muchas veces se rememoran con tristeza y añoranza de la casa familiar:
Nuestro Pequeño Mundo, Madrid. Diciembre 1983; n.º 17, p. 9.
Falemos, Lugo. Diciembre 1995; n.º 44, p. 10.
Tristeza que muchas veces se negaba en las páginas de las publicaciones o, al menos, se hacía como si no existiera, recetándose la alegría como actitud terapéutica, o presentando al hospital como un acogedor y hogareño ‘macrohogar’:
Ambiente, Murcia. 1980; n.º 6, p. 7.
Vida Nueva, Zaragoza. Enero 1969; n.º 7, p. 5.
Y, claro, lo que no podían faltar eran las cartas a los Reyes Magos, donde junto las ambiciones más idealistas nos encontramos otras más prosaicas:
Reflejos, Zaragoza. Diciembre 2003; n.º 14, p. 6.
Reflejos, Zaragoza. Diciembre 2007; n.º 22, p. 41.
Tampoco faltaron otras cartas a los Reyes, claramente redactadas por equipos comprometidos con la reforma institucional, que solicitaban desde un Club Social renovado, pasando por condiciones ambientales higiénicas, organización sectorial y respeto de los derechos de los enfermos entendidos como personas, hasta una rehabilitación dirigida a la vuelta a sus comunidades de origen:
Elefante, Alicante. Diciembre 1983; n.º 8, p. 2.
Aunque seguramente lo más interesante es aprovechar ahora la mirilla que nos ofrecen aquellas modestas publicaciones, para curiosear como trascurrían aquellos días para los entonces allí asilados, impagable testimonio pocas veces recogido con ese detalle y minuciosidad en las publicaciones académicas.
La mayor parte de las veces mostrando el contento por la celebración y agasajos acompañantes, anunciando primero las actividades programadas, entre ellas las visitas de los tres Reyes Magos y alguna que otra cabalgata, entre las que tuvo que destacar la de Zaragoza, para luego realizar la crónica de estas, incluida la correspondiente a los pabellones infantiles que muchas de las instituciones mantenían entre sus muros:
El Esquizográfico, Reus. Enero 1957; n.º 20, p. 7.
El Esquizográfico, Reus. Diciembre 1957; n.º 26, p. 8.
Salud y Alegría, Mondragón. 1963; n.º 13, p. 36 y 37.
Vida Nueva, Zaragoza. Junio 1969; n.º 8, p. 3.
Vida Nueva, Zaragoza. Enero 1970; n.º 15, p. 5.
Vida Nueva, Zaragoza. Enero 1971; n.º 27, p. 4.
Altozano, Valladolid. Enero 1978; n.º 3, p. 7.
Sin duda, lo más esperado, eran los permisos para pasar unos días con la familia. Para aquellos desafortunados que no tuvieron esa suerte, lo más celebrado fueron los menús festivos, más variados y abundantes que lo habitual, así como los regalos que en esos días se repartían, aprovechándose en algún lugar para hacer pasar como generoso aguinaldo institucional alguna comodidad necesaria:
Ambiente, Murcia. 1981; n.º 7, p. 5.
Terapia 2000, Sant Boi. 1981; n.º 9, p. 7.
Falemos, Lugo. Diciembre 1993 - Enero 1994; n.º 33, p. 11.
Falemos, Lugo. Diciembre 1993 - Enero 1994; n.º 33, p. 12.
Club, Reus. Enero 1998; p. 5.
Falemos, Lugo. Diciembre 1998; n.º 56, p. 11.
Eco de los Residentes, Sant Boi. Enero 1998; n.º 23, p. 12.
También hubo representaciones teatrales y actuaciones musicales, junto a las más habituales proyecciones de cine:
Vida Nueva, Zaragoza. Enero 1969; n.º 7, p. 4.
Ambiente, Murcia. Diciembre 1981; n.º 10, p. 8.
Falemos, Lugo. Enero-Febrero 1996; n.º 45, p. 20.
Oihartzuna, Bermeo. Enero 1998; n.º 7, p. 14.
Aunque tampoco faltaron críticas y enfados por la falta de regalos y otras atenciones, desando se mejoren esos aspectos para años venideros:
Salud y Alegría, Mondragón. Febrero 1943; n.º 2, p. 11.
Salud y Alegría, Mondragón. Diciembre 1944; n.º 12, p. 14.
Club, Reus. Enero 1975; n.º 1 (segunda época), p. 5.
Terapia 2000, Sant Boi. 1983; n.º 18, p. 10.
Elefante, Alicante. Abril 1984; n.º 9, p. 22.
Extracto del acta de la reunión del Club de pacientes. Adelante, Oviedo. Enero 1976; n.º 2, p. 14.
Elefante, Alicante. Febrero 1983; n.º 4, p. 12.
Ya no nos queda esperar más que los seguidores de Psiquifotos hayan sido buenos este año recién concluido, y que los Reyes Magos se porten como se merecen y cumplan todos sus deseos. ¡Feliz noche!
BIBLIOGRAFÍA.
Martínez Azumendi, O. Publicaciones periódicas producidas por personas con enfermedad mental. En S. Esteban Hernández, I. Markez Alonso, O. Martínez Azumendi, ML. Sánchez Álvarez-Castellanos y X. Urmeneta Sanromá (Coords.). Historias de la Salud Mental para un nuevo tiempo. Colección Estudios 59. Asociación Española Neuropsiquiatría. Madrid, 2016. 69-70. ISBN: 978-84-95287-79-3.
Martínez Azumendi, O. Evolución conceptual en las revistas realizadas por pacientes psiquiátricos desde las primeras experiencias (1837). En S. Esteban Hernández, I. Markez Alonso, O. Martínez Azumendi, ML. Sánchez Álvarez-Castellanos y X. Urmeneta Sanromá (Coords.). Historias de la Salud Mental para un nuevo tiempo. Colección Estudios 59. Asociación Española Neuropsiquiatría. Madrid, 2016. 71-96. ISBN: 978-84-95287-79-3.
Accesibles en https://1drv.ms/b/s!Ar42BtGhsUPjmp5Ld6zFPGy9W1YUdA?e=h25Aqp.
Martínez Azumendi, O. Transición y reforma psiquiátrica en España desde la perspectiva de las publicaciones periódicas producidas por y para los pacientes (1966-1989). Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2021; 41(140): 325-355. Accesible en https://www.revistaaen.es/index.php/aen/article/download/17191/17065
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10 comentarios:
Vaya curro que te has pegado Oscar….
Jajaja. Dicen que "sarna con gusto, no pica"...
Gracias por la visita.
Una gozada de recorrido. Me hacía pensar en la similitud de actos que se organizan, actualmente en las cárceles, con el objetivo de hacerles más llevaderas una fechas en las que la distancia con las familias afecta especialmente a los colectivos más vulnerables. Atendemos a personas con patología dual que están cumpliendo condenas en los Centros Penitenciarios de Araba y Bizkaia y en las que los grupos que conducimos recuerdan a los de las unidades de hospitalización psiquiátrica.
Salvando las diferencias contextuales, seguro que hay bastantes puntos en común. Ojala los Reyes les/nos traigan lo que hemos pedido...
Gracias!! Este almanaque ha estado sin duda a la altura de cualquiera de TBO o Jaimito... Es magnífica la recopilación de textos, casi los únicos testimonios accesibles de la vida cotidiana en las instituciones.
Sobre el zapato creo que debe ser efectivamente para contención del suicidio; aún hoy se retiran los cordones del calzado a los pacientes ingresados. Claro que de ser así estás prendas tendrían sentido en climas muy fríos y en manicomios muy pudientes, en las fotografías que estamos acostumbrados a ver se usan alpargatas sin cordones, mucho más baratas aunque de bastante menos calidad que el zapato "de contención".
Gracias, Andrés, por el comentario. No sé si serás el mismo Andrés (supongo que sí), pero a punto estuve de utilizar una de las portadas de un "Almanaque de locos", la serie que tan magistralmente está estudiada en el artículo "Almanaques de locos: la representación popular de la locura en la España de posguerra", disponible en https://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v35n127/historias.pdf
Como siempre, una entrada de lujo. Más aún para quienes vivimos en países donde no se celebra Reyes -sin embargo, acá en Chile aún queda la tradición de desarmar y sacar el árbol de Navidad el día 5, 6, 7 u 8, depende del lugar, después de la llamada "Pascua de los negros"- por lo tanto no conocemos lo importante que es para otros países. Me he quedado con las ganas de ver y conocer mejor el zapato de contención, para entender cómo es que se contenían los pies. No sabía de su existencia. Les envío un fuerte abrazo desde Chile a ti y a tus lectores, esperando que los Reyes sean más generosos que el Viejito Pascuero ¡Y feliz año nuevo!
Estimada Úrsula. ¡Qué bien recibir un comentario desde tan lejos :-). Es verdad que la festividad de Reyes se celebra solo en un reducido número de lugares, incluso en cierta decadencia por el asalto de otros personajes navideños más recientemente importados, pero creo que es una suerte esa celebración, porque parece que así se alargan las luces navideñas.
No conocía la tradición de sacar el árbol de Navidad, ni la "Pascua de negros", que voy a intentar informarme ahora un poco más.
Y, en relación con el "zapato de contención", yo también siento no disponer más que de esa foto.
¡Feliz año!, ¡seguro que entre los tres Reyes y el Viejito Pascuero (precioso apelativo) algo conseguimos!
Enhorabuena por la interesante recopilación de la nueva entrada! Feliz año. Ana
Me alegro de que te haya parecido interesante, Ana. ¡Feliz año!
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