domingo, 20 de noviembre de 2022

451. Los renglones torcidos de Dios y Psiquifotos

Los renglones torcidos de Dios, basada en la novela de Luca de Tena, es una película estrenada recientemente, en la que Psiquifotos ha tenido la satisfacción de poner su modesto granito de arena. Con el paso del tiempo, son ya unos cuantos proyectos (tesis, novelas, exposiciones, películas...) que se han dirigido al blog en búsqueda de información o diferentes materiales y que he intentado ayudar en lo posible. Todo un placer añadido cuando el esfuerzo tiene agradables derivadas colaterales, como ha sido el caso.

Hace un tiempo, cuando todavía estaba gestándose el rodaje de la película que nos ocupa, intercambié una serie de mensajes con Alberto Valcárcel, diseñador de vestuario o figurinista en un castellano más preciosista, algunos de cuyos trabajos se pueden apreciar en su página de Instagram. Él estaba interesado en conocer mejor, para ambientar lo más fidedignamente la historia, el aspecto que pudieran tener los profesionales en una institución psiquiátrica de la época. Fue un intercambio amable y entretenido, en el que surgieron algunos recuerdos por mi parte, así como otros interesantes comentarios por la suya.

En el fragor del intercambio epistolar, le invité a que, una vez terminado el rodaje, dispusiera del blog para contarnos aquellos aspectos de su trabajo que pudieran tener una cierta relevancia psiquifotera, cosa que Alberto dejó registrado en su memoria. Pasó el tiempo y, con ocasión del Festival de Cine de San Sebastián, me enteré de que la película estaba ya lista para su estreno. Y, a partir de ahí, siguieron una serie de agradables sorpresas de la mano de Alberto.

* La primera, el aviso de que Psiquifotos aparecía, ni más ni menos, que en los créditos de agradecimientos de la película, algo que una persona cercana tuvo la habilidad de congelar para mí.
Detalle de la pantalla de créditos de la película. Foto © Sofía Pérez-Sasía.

* La segunda, el texto que había preparado para el blog, y me envió acompañado de una serie de fotogramas de la película para ilustrar la entrada. Tengo que reconocer que, independientemente de lo que me complace, me da cierto pudor reproducirlo ahora, aunque no me voy a resistir...

Crear un vestuario para una película es, entre otras muchas cosas, una toma constante de decisiones. Una camisa en un guion escrito es algo que todos imaginamos fácilmente, en una película alguien tiene que elegir una camisa de entre todas las que hay en el mundo para ayudar al espectador a que se sienta parte de la historia. Una camisa equivocada puede destruir ese pacto que hay entre la ficción y el espectador.

Todo se complica si lo que tienes que elegir es algo a lo que tú no puedes asistir directamente, algo cerrado, apartado de la vista pública, algo de lo que apenas hay imágenes. Así fue como descubrí psiquifotos.com, que se reveló como una fuente de documentación fundamental para el vestuario de la adaptación cinematográfica de Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena, dirigida por Oriol Paulo y que ahora está en los cines.

En esas fotos encontré muchísimas respuestas y analizándolas una por una descubrí muchas realidades que me revelaba la ropa de los pacientes que en ella aparecían. Apenas vi en ellas enfermeros, médicos, guardas de seguridad y todo ese grupo de profesionales que habían hecho el trabajo y que yo ahora tenía que retratar. ¿Cómo eran sus uniformes? ¿Todos los doctores vestían igualmente de bata y corbata como los suele representar la ficción o era posible ver sus personalidades, sus creencias o incluso su enfoque y sus teorías en su indumentaria?

Contactar con Óscar Martínez Azumendi lo cambió todo para mí. De repente, gracias a una página web se me abrió una ventana que me permitió ver mucho más allá de donde habían llegado los objetivos de las cámaras. Me describió incluso su primera bata como médico residente en un hospital psiquiátrico en 1981 y un montón de cosas de un valor enorme: documentación, lecturas y hasta una película que se rodó realmente en el interior del hospital Pere Mata, España Otra Vez, dirigida por Jaime Camino en 1969. Aunque lo que fue realmente un punto de giro fue que me pusiera en la pista de un documental, Animación en la sala de espera, de 1981, que al haber sido grabado algún tiempo antes coincidía milagrosamente con el periodo que describe la novela, 1979. No es fácil de encontrar así que me puse en contacto con La filmoteca donde por fin pude verla.

Puedo decir sin equivocarme que la aportación de Óscar cambió muchas cosas en la película, porque este documento pasó a manos de todos los equipos de la película y sirvió de documentación de muchísimas más cosas.

Por supuesto, quienes hayan conocido esta realidad de cerca podrán encontrar errores e inexactitudes, como sucede en cualquier obra de ficción, que es algo que no se puede perder de vista al entrar tanto en la novela como en la película, cuyo objetivo es ante todo llegar al espectador. Espero que algunos de estos espectadores sientan gracias a la película (como me ha sucedido a mí) interés por la salud metal y los profesionales que trabajan en ella fuera de los estereotipos cinematográficos.

Si observáis a los figurantes que se cruzan con los actores, estoy seguro de que encontraréis muchos detalles que habréis podido ver en Psiquifotos.


* Y, la tercera, el regalo que me hizo de un par de figurines recogiendo el aspecto de época de algunos de los personajes de la película, tal y como habíamos comentado tiempo atrás. ¡Muchas gracias, Alberto!



Figurines correspondientes al vestuario para la película Los renglones torcidos de Dios © Alberto Valcárcel.

Pero ¡qué no se nos olviden! ahí van algunos psiquifotogramas de la película que, no hay duda, ganan más en pantalla grande. ¡A ver si en esta ocasión son merecedores, por fin, del Goya al mejor vestuario!













BIBLIOGRAFÍA
>>>>>>>>>>>>     Consultar aquí toda la bibliografía citada hasta esta entrada

Luca de Tena, Torcuato. Los renglones torcidos de Dios. 1979.




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Descargo de responsabilidad: He utilizado las imágenes sin ánimo de lucro, con un objetivo de investigación y estudio, en el marco del principio de uso razonable - sin embargo, estoy dispuesto a retirarlas en caso de cualquier infracción de las leyes de copyright. Disclaimer: I have used the images in a non for profit, scholarly interest, under the fair use principle - however, I am willing to remove them if there is any infringement of copyright laws.

14 comentarios:

Luis Pacheco dijo...

Enhorabuena Oscar!!

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Gracias, Luis. Disfruto y me entretengo con Psiquifotos, pero algo así me hace la tarea doblemente agradable.

Yanko dijo...

Congrats cuñadisimo!!!

Luis Ángel Sánchez Gómez dijo...

Enhorabuena!!! Es de agradecer que la gente sea agradecida...

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Sí, desde luego que sí. Además de que puedo asegurar que el agradecimiento ha superado mi aportación.

Santos Alonso dijo...

Que estupenda noticia querido Hermano. Mi mas sincera enhorabuena.

Oscar Martínez Azumendi dijo...

¡Muchas gracias! Aunque no es para tanto, es bueno tener a la familia al lado jaleando entre unos y otros ;-)

HERAKLITO dijo...

Unas frases del libro "Los renglones torcidos de Dios", de Torcuato Luca de Tena:
—Usted ha entrado aquí como una paranoica que ha intentado por tres veces envenenar a su marido(...) Para intentar sanarla (cosa que no siempre se consigue) hemos de someterla al tratamiento que indica nuestro Ripalda. Una de esas terapias es el choque insulínico: llevarla al borde mismo de la muerte provocándole una hipoglucemia progresiva hasta que entre usted en coma. Cuando esté ya a las puertas de la agonía, la reviviremos suministrándole dosis masivas de glucosa. Y apenas esté usted repuesta repetiremos el tratamiento cuarenta o cincuenta veces... en tres o cuatro meses.(...) Si al final sigue usted considerándose detective y negándose a reconocer que la verdadera razón de su ingreso es un trastorno mental que la predispuso a envenenar a su marido, probaremos otro tratamiento: haremos pasar por su cerebro una corriente eléctrica hasta de 130 voltios que sea capaz de provocar convulsiones, pérdida de conciencia y amnesia. ¡Amnesia, Alicia, que es precisamente lo que se pretende: el olvido del delirio! Para lo que el electroshock es eficacísimo.(...) —Pero, doctor, ¡es absolutamente verdad que yo estoy aquí para investigar un crimen! —No nos sirve de nada que usted lo afirme. Tiene que explicárnoslo. Y nosotros creerlo. Su negativa a hablar de ello comienza a ser sospechosa.(...) ¡El tratamiento comenzará mañana!

alberto dijo...

Qué bonita ha quedado la entrada y que ilusión verla!

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Alberto, pues me da que el mérito es tuyo :-). Gracias por todo y ¡a por ese Goya!

rafael dijo...

zorionak Oscar!

Oscar Martínez Azumendi dijo...

¡muchas gracias! 😀

Anton Erkoreka dijo...

Enhorabuena Oscar!
Se agradece el agradecimiento del director de la película y quedamos a la espera del Goya al mejor vestuario que sería un reconocimiento a la labor que haces de recuperar y conservar la memoria de la psiquiatría.

Oscar Martínez Azumendi dijo...

Gracias, Antón.
El agradecimiento es del diseñador de vestuario, y candidato a uno de los Goya por ello. Además, todo un caballero a la vieja usanza porque, de verdad, mi ayuda no fue para tanto, sin falsas modestias. El resto, manías de coleccionista...