Desde mi punto de vista, quizás sea una de las campañas que mejor atina con su objetivo, sin sentimentalismos innecesarios pero directa al corazón. Tengo que decir que a mí me ha conmovido y creo dejará indiferentes a muy pocos.
Como decía, el aviso me llegó a través de un mensaje de mi amigo Bruno Fernández, fotógrafo del barrio de toda la vida, en el que me daba cuenta de un hilo de mensajes de Twitter promovido por Esther Gómez, alias “mi enfermera favorita”.
No tengo cuenta de Twitter así que, descartada la posibilidad de “retuitear” todo el asunto, supongo no será un gran inconveniente si el "retuiteo" lo hago de manera más rústica a través del blog, simplemente con un sencillo copia-pega de lo que Esther Gómez compartió. Quien esté interesado en seguir el hilo original y los comentarios, puede hacerlo aquí.
La ONG Campaign Against Living Miserably (CALM) se autodefine como “posicionada contra el suicidio. Eso significa oponerse a la sensación de desesperanza, hacer frente a los estereotipos y permanecer unidos para demostrar que la vida siempre vale la pena”. Bajo esa premisa, la propuesta de la campaña “The Last Photo”, es muy sencilla. Simplemente nos emplazan a fijarnos en las caras de una serie de personas reproducidas en diferentes medios publicitarios, en su aspecto, sus emociones… y que consideremos a continuación que esos fueron sus últimos retratos antes de quitarse la vida. Muy fuerte ¿verdad? Una dura e inesperada realidad, aunque desafortunadamente frecuente.
En la página de CALM, podemos leer algunos retazos de su vida rememorados por sus seres queridos, a la vez que destacan dos argumentos:
| • El suicida no siempre parece suicida. • Descubre como puedes ayudar a salvar una vida. Iniciando una conversación, todos podemos ayudar a detener el suicidio. Eliminando el estigma que rodea al suicidio, podemos convertirlo en una conversación cotidiana. Juntos podemos hacer que sea más fácil para todos hablar sobre cómo se sienten. Abiertamente. Sin juicios. Sin vergüenza. Para que nadie tenga que luchar solo. |
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| Cualquiera puede tener ideas suicidas. Pero todos podemos ayudar a salvar una vida. |
Creo que no son necesarias muchas más consideraciones, más allá de señalar que no son pocos los medios y agencias publicitarias que han dado cuenta de la campaña, con reconocimiento, en sus publicaciones y espacios digitales. Un ejemplo más de la fotografía puesta a disposición, de manera creativa, de la promoción de la salud mental.
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