domingo, 31 de enero de 2021

415. El aparato hipnotizador del Dr. Abdón Sánchez Herrero

Recientemente he recibido un mensaje de correo electrónico de mi colega y amigo Luis Pacheco. Buen conocedor de mis aficiones, en él me incluía una fotografía que había supuesto me interesaría. Yo, si la había visto antes, no la recordaba. Se trataba de una curiosa imagen, testimonio de una antigua sesión de hipnosis. Sorprendentemente, además, la hipnotización tenía lugar en un niño, utilizando un extraño aparato. A  Luis le había llamado la atención y, además, me avisaba generosamente que, si fuera de interés para psiquifotos, se comprometía a investigar en torno a la figura del hipnotizador y redactar una pequeña biografía.



Rememorando un poco, me doy cuenta de que, aparte de algunas entradas relacionadas con la histeria, sobre la hipnosis no nos hemos ocupado mucho en el blog. Creo que solo cuando me entretuve con el sorprendente Dr. Julio Camino García (1882-1956), a quien dediqué una serie de seis entregas iniciada con la titulada “Dos psiquifotos con ‘poderes’”. Así que ¡Cómo no iba a ser de interés psiquifotero una propuesta tal! Además, tirando un poco de aquí, y otro poco de allá, entre una cosa y otra creo que tendremos material para más de una entrada.

En esta ocasión, me explicaba Luis Pacheco en su mensaje, la imagen se corresponde al Dr. Abdón Sánchez-Herrero (1851-1904). Catedrático de Clínica Médica en la Facultad de Medicina de Valladolid y “precursor del hipnotismo y la psico-terapia” como dejaremos a Luis que nos amplíe en una próxima entrega. Si bien podemos avanzar que es considerado una de las más adelantadas figuras de la hipnosis en España, principal exponente de la escuela francesa de Nancy, enfrentada a la liderada por Charcot en París. Una práctica que, a pesar de un primer entusiasmo a finales del XIX, no llegó a gozar de especial reconocimiento académico, posiblemente por su difícil delimitación de lo que fueron espectáculos de ilusionismo y charlatanismo, así como la posición en contra de la Iglesia en España. 

Pero volvamos nuestra atención a la fotografía. Se trata de la primera de las 18 láminas que Abdón Sánchez incluyó en su voluminosa obra “El hipnotismo y la sugestión: estudios de fisio-psicología y de psico-terapia” de 1889. Un gran y extenso tratado, motivo que llevó al neurólogo Bertrán Rubio (otra de las figuras del hipnotismo decimonónico en España) a aseverar con reconocimiento: No todas las autoridades científicas han de ser, para nosotros, precisamente extranjeras.


Afortunadamente para nosotros, ayudándonos a disipar un poco el sentimiento de extrañeza que pudiera generarnos la imagen, la lámina lleva un pie aclaratorio que nos explica se trata del “aparato hipnotizador del autor”. Un artilugio sobre el que Abdón Sánchez ya había descrito sus características un par de años antes, en el Correo Médico Castellano, y que encontramos mejor resumidas en otra publicación ya bien entrado el siglo XX.


Cuestión esa, la de los brillantes (realmente vidrio de alto contenido en plomo y alto centelleo), que a Bertrán Rubio, y sin restar mérito alguno al invento hipnotizador, le parecía algo sobredimensionada:


Pero dejémonos de disquisiciones matemáticas y sigamos con las láminas. Recortadas de la copia digital de la tercera edición (1905) que se conserva en la Universidad de Berkeley (California), las dejo a continuación recogidas y bien ordenadas para disfrute y estudio del visitante interesado. En esa tercera edición, impresa en Madrid y no en Valladolid a diferencia de las dos anteriores (1889 y 1891), las láminas llevan la marca MANJON F.TO, probablemente el fotograbador que las reprodujo entonces.


Hablando de las láminas 4 y 5 siguientes, el autor hace referencia al estampado fototípico de las imágenes. Posiblemente (o al menos hasta donde yo conozco), las primeras de una sesión de hipnotismo en un libro académico de un autor español. Precisamente el año en que P. Richer, G. de la Tourette y A. Londe resucitaron en París la Nouvelle iconographie de la Salpêtrière (iniciada en 1876 en el servicio que dirigía J.M. Charcot) y se patentó el primer aparato Kodak en Estados Unidos. Las instantáneas fueron tomadas por el fotógrafo vallisoletano Adolfo Miaja Eguren, quien tuvo que quedar patidifuso ante algunos de los fenómenos para los que fue llamado a inmortalizar.

Eguren fue un profesional inquieto que no pasó desapercibido para los pucelanos, quienes en 1885 pudieron enterarse por el Norte de Castilla que "El Sr. Eguren ha decorado la fachada de la puerta de su acreditada fotografía y antes de anoche inauguró en el portal la luz eléctrica. Ésta no se debe aún a la sociedad electricista, que principiará a servir los abonos dentro de muy breves días, sino a instalaciones privadas que transitoriamente tiene aquel acreditado fotógrafo en su galería".


Vamos acabando ya, pero antes, para quienes estén interesados en el tema de la hipnosis en los tiempos clásicos, me voy a permitir recomendar un libro recién editado y que ha querido la casualidad llegara a mis manos mientras estaba dando forma este post. “Un regalo de Julia” es un entretenido y sorprendente ensayo de otro tenaz colega y amigo, Luis Caballero, sobre la histeria, la hipnosis y su práctica pionera. Todo ello hilado sobre un inesperado argumento real y aderezado con interesantes apuntes históricos, incluido nuestro protagonista de hoy.

Y ahora sí que sí, nos toca decir aquello de “Continuará”. Solo recordando que habíamos quedado en que será Luis Pacheco quien nos ilustrará sobre la figura del Dr. Abdón Sánchez Herrero en la próxima entrada, donde además nos avisará acerca del riesgo de confusión con otro hipnotizador de nombre Abdón Sánchez Herrero, hijo del primero, posiblemente el deslumbrado chiquillo de la imagen que me envió.




BIBLIOGRAFÍA.


Sánchez Herrero, Abdón. Hipnotización generalizada o sea procedimiento para determinar el hipnotismo, de resultados constantes en todos los individuos, con el aparato hipnotizador del autor. Correo Médico Castellano. 10 marzo 1887. N.º 79: 104-8.



Sánchez Herrero, Abdón. El hipnotismo y la sugestión: estudios de fisio-psicología y de psico-terapia. Hijos de J. Pastor. Valladolid, 1889. Obra de la que hicieron dos ediciones posteriores, la segunda en 1891 y la tercera en 1905. Esta última accesible en https://books.google.es/books?id=_I4FAQAAIAAJ



Bertrán Rubio, Eduardo. Hipnotismo y sugestión. Estudio crítico, aplicaciones a la terapéutica, a la medicina legal y a la pedagogía. Ilustraciones F Laureano. Barcelona: Espasa y Cia; 1898. Accesible en http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000231554



Cembrano. Ejercicios de autosugestión. La luz del porvenir. Revista Popular de estudios psicológicos y ciencias afines. Enero 1927, n.º 169: 14-6.



Diéguez Gómez, Antonio. Hipnotismo y medicina mental en la España del siglo XIX. En Montiel, Luis y González de Pablo, Ángel (Eds.). En ningún lugar en parte alguna. Estudios sobre la historia del magnetismo animal y del hipnotismo. Frenia. Madrid, 2003: 197-228.



Estévez Gil, Xaqueline; Simón Lorda, David; Pérez Triveño, Jessica O.; Rodríguez Noguera, María V.; Fernández de Aspe, Manuel. Hipnotismo, medicina y psiquiatría en Galicia a finales del S. XIX y primeros años del XX (del Dr. Sánchez Freire al ilusionista hipnotizador Onofroff). Siso saúde. Boletín da Asociación Galega de Saúde Mental-AEN. 2017; 60-61: 179-203. Accesible en https://www.academia.edu/36406731/



Caballero, Luis. Un regalo de Julia. Breve ensayo a propósito de un caso de histeria e hipnosis. Ed. Caligrama. 2020.









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Descargo de responsabilidad: He utilizado las imágenes sin ánimo de lucro, con un objetivo de investigación y estudio, en el marco del principio de uso razonable - sin embargo, estoy dispuesto a retirarlas en caso de cualquier infracción de las leyes de copyright. Disclaimer: I have used the images in a non for profit, scholarly interest, under the fair use principle - however, I am willing to remove them if there is any infringement of copyright laws.

2 comentarios:

José Leal Rubio dijo...

Asombroso y fascinante.
Gracias de nuevo, Oscar

Oscar Martínez Azumendi dijo...

¡Gracias a ti!
Por la visita y el comentario. Tienes razón en que es algo asombroso.