270. Procesiones en el manicomio de Vercelli

Terminada la Semana de Pascua, ya estamos todos, niños y mayores, de vuelta a nuestras actividades habituales tras las mini-vacaciones de Semana Santa esperando las de verano. Han sido días de fiesta en los que quien más, quien menos, en directo o en diferido, nos habremos cruzado con alguna de las procesiones que inundan aquellos lugares de tradición católica a los que llega psiquifotos. Y eso es lo que me ha hecho recordar una imágenes que tenía por ahí medio perdidas y que ahora nos vienen que ni pintadas precisamente por su temática.

Se tratan de 8 interesantes fotografías de 18 x 13,5 cm., rescatadas de un viejo baúl y algunas de ellas ya algo desvaídas. Una de ellas, en su parte posterior lleva un sello del laboratorio fotográfico Gigi De-Fabianis que las procesó, probablemente en los años 30, en la ciudad italiana de Vercelli. Además varias de ellas llevan anotado el nombre de "Don Manzo", que durante años fue párroco del manicomio de esa localidad.

Las imágenes nos muestran ciertos aspectos particulares de la vida institucional de los manicomios, aquellos en relación con la celebración de diferentes festividades religiosas que iban marcando regularmente el monótono curso del calendario intramuros. Es fácil entender que tales celebraciones tuvieron que adquirir un protagonismo especialmente relevante, no solo teniendo en cuenta el contexto social de tiempos atrás, si no al considerar además que gran parte de las instituciones eran propiedad de órdenes religiosas que estarían especialmente interesadas en darles el mayor resalte y que, a buen seguro, tuvieron que ser un bienvenido convite por los enfermos por todo lo que tenían de fisura en la monotonía y trato asilar junto a la previsible mejora del rancho habitual.

Y es precisamente uno de esos momentos los que las instantáneas nos muestran, una solemne procesión por los terrenos del manicomio, posiblemente una agradable mañana de jueves celebrando el Corpus Christi, que se dirige al altar erigido podemos suponer en algún lugar principal de la fachada de la institución donde quedó expuesta la custodia para su veneración.
Procesión en la que reconocemos todas las fuerzas vivas hospitalarias con sus almidonados batones de domingo y el séquito procesional de enfermeras, acompañadas de los representantes de los diferentes estamentos del poder local, incluidos como no podía ser de otra manera en ese momento de diversos militares fascistas. Al fondo, en la primera de las imágenes, también podemos reconocer, unos pasos detrás de sus enlucidos vigilantes, una línea de circunspectos pacientes varones.

Y ya que estamos en Vercelli, hablando de su manicomio y su párroco, así como de fascistas entre sus muros, recordemos ahora otro triste y mucho más siniestro episodio perpetuado como la "masacre del psiquiátrico de Vercelli" que unos mal amanecidos días 12 y 13 de mayo de 1945 entremezcló de forma trágica los mismos componentes. Ejemplo igualmente de otros terribles episodios acaecidos en diferentes contiendas bélicas a lo largo de la historia mundial por parte uno u otro bando.

La historia tiene que ver con la brutal y descarnada ejecución sumaria de entre 75 y 89 simpatizantes fascistas por parte de una brigada partisana garibaldina, ante la inminente entrada en la ciudad de las fuerzas aliadas. El manicomio de Vercelli había sido intervenido previamente para ser utilizado como prisión provisional, y Don Francesco Manzo (el párroco del manicomio a quien hacíamos referencia arriba) fue la única persona a quien en aquellos días se permitió permanecer en la institución, para luego impartir a los prisioneros una absolución general antes de ser obligado a retirarse. Poco antes de que los prisioneros fueran separados en pequeños grupos para ser conducidos, en otras más macabras procesiones, muchos a ser fusilados o muertos de un disparo allí mismo o en las inmediaciones, mientras que otro pequeño grupo corrió peor suerte tras ser maniatados y aplastados en el patio de la institución por las ruedas de dos camiones en repetidas pasadas sobre ellos.

P.S. Pocos días antes del trágico episodio del manicomio, el 28 de abril de 1945, Luigi (Gigi) De Fabianis había sido fusilado, junto a otro cierto número de personas, por los partisanos.

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