Seguro que a más de uno, cuando hablábamos de locura y orejas, le ha venido a la cabeza Van Gogh que, aunque no se cercenó más que el lóbulo izquierdo, ha pasado a la historia como el genial loco desorejado por antonomasia.
Todo empezó con una acalorada discusión con Gaugin en diciembre de 1888. Horas después, con la minúscula carnosidad de su apéndice auricular como trofeo, se dirigió a brindar tan memorable faena a Rachel, meretriz de un burdel cercano. Posteriormente es aprehendido por la policía en la “casa amarilla” (la de la famosa habitación pintada por el artista) y conducido al hospital Hôtel-Dieu de Arles.
En mayo de 1889, tras el cierre de su casa en Arles a petición vecinal, ingresó durante un año en el manicomio de St. Paul de Mausole en Saint-Rémy de Provence, un antiguo monasterio en medio del campo donde realizó varios de sus más conocidos cuadros. Más tarde marchó tres meses a Auvers, siendo atendido por el melancólico doctor Paul Gachet
Retrato del Dr. Gachet, de quien el propio Van Gogh diría: “está más enfermo que yo, creo, o digamos que al menos como yo”.
Fallecía con 37 años el 29 de julio de 1889, dos días después de salir al campo y dispararse en el pecho.
¿Pero como ligamos todo esto con psiquifotos? Pues sencillamente porque el pasado año (7 abril, 2008) tuvo lugar en Nueva York la subasta de la “Colección Quillan de fotografías del S. XIX y XX”. 69 imágenes de grandes fotógrafos adquiridas y agrupadas por Hill Quasha para la Compañía Quillan y finalmente dispersadas de nuevo por Sotheby’s. De entre todas ellas, la autora de la colección dice que una de las que echará de menos es una fotografiada por Bill Brandt “tiene sentimiento, es profunda y oscura. Veo el amarillo de Van Gogh cuando miro desde esa ventana… Cuando descubres que era la habitación de Van Gogh en el manicomio de St. Remy entiendes porqué sientes lo que sientes. Esta fotografía es extraordinaria a tantos niveles porque te llega a las entrañas de tantas formas diferentes… Es una imagen muy poderosa”.
Fotografía de la ventana de la habitación de Van Gogh en el manicomio de St. Remy. Salió a subasta con un precio estimado de 50-70.000 $, alcanzando un precio record para ese autor de 265.000 $.
La imagen proviene de un reportaje fotográfico a doble página que fue publicado por Harper’s Bazaar en julio de 1951.
Titulado “Sixty years after – Still Van Gogh’s Provence”, el reportaje recoge la excursión que el británico Bill Brandt había realizado el verano anterior para descubrir que aunque la casa de Arles ya no existía, si se conservaba sin embargo la habitación donde ingresó el pintor en St. Paul de Mausole. Fue allí donde afortunadamente inmortalizó su ventana para la posteridad, ya que tiempo después la estancia fue destruida.
Valle de La Petite Crau, donde pintó granjas y jardines.
Van Gogh pintó en este patio del asilo.
Hospital donde fue atendido tras su primera crisis.
La celda que se muestra en la actualidad a las enfervorecidas hordas de turistas que se acercan en pos de los vestigios del “loco de pelo rojo”, no es más que una mera réplica de la original. Foto © www.provence-taxi-tourisme.com
Entrada al hospital de St. Paul de Mausole. Foto © www.provence-taxi-tourisme.com
Claustro de St. Paul de Mausole. Foto © www.provence-taxi-tourisme.com
Corredor de Saint Paul. Foto: Immagini della follia.
El Dr. Boulon frente a la entrada al hospital y vista de su interior (junto a las mismas vistas interpretadas por Van Gogh) Foto: Christian Rombi.
En la actualidad, la institución sigue en activo con una clínica psiquiátrica para mujeres, sede igualmente de la Asociación Valetudo, interesada en la arteterapia y la venta de su producción al rebufo del genial desorejado.
BIBLIOGRAFIA.
Brand, B. Sixty years after – Still Van Gogh’s Provence. Harper’s Bazaar. Julio 1951: 48-49.
Sotheby’s. The Quillan Collection of Nineteenth and Twentieth Century photographs. Catálogo de la subasta celebrada en Nueva York el 7 abril 2008. p. 50-51.
Alessandrini, M. Immagini della follia. La follia nell'arte figurativa. Ed. MaGi. Roma, 2002.
1 comentario:
¡Abrumados por tu productividad!
Gracias!
andres
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