jueves, 6 de noviembre de 2008

14. No me olvides.

Después de hablar del papel jugado por la fotografía post mortem en los individuos desde un punto de vista psicológico, no estaría bien pasar por alto al menos un reconocimiento a la importancia que los retratos de nuestras personas queridas, en este caso vivitas y coleando, tienen para nuestro bienestar y economía psíquica.

Si hay algún objeto de los que habitualmente conservamos que mejor nos ayuda a fijar en el recuerdo a familiares y amigos son sin duda las fotografías, capaces de fijar en la memoria no sólo las facciones y aspecto exterior del retratado, sino complejas emociones y otra infinidad de evocaciones tan sólo con su contemplación. Es precisamente esta capacidad evocativa la que inspira su utilización en diversas técnicas en el campo de la psicología basadas en la fotografía (exploración psicológica, fotoanálisis, fototerapia, dinámica grupal, rehabilitación cognitiva, terapia de reminiscencia en la demencia…) que sólo citaremos en esta ocasión pero iremos ilustrando con imágenes en futuras entregas.

Tampoco va a ser este blog donde hablemos de características y matices, sean los que sean, relacionados con el retrato fotográfico, aspectos estos que reconozco no tengo apenas idea. Únicamente quiero dedicar esta entrada a remarcar el valor psicológico de ese tipo de imágenes que predomina en nuestros álbumes familiares. Cuidándolas, adornándolas y honrándolas de las más diversas maneras, las ensalzamos a la vez que garantizamos su conservación y de este modo también nuestra memoria y afectos asociados.

Y como no tenía muy claro como podía cumplir este objetivo de forma escueta y limitada, me viene muy bien rescatar aquí una de las ideas directrices que animó la exposición “No me olvides. Fotografía y recuerdo”, organizada en 2004 por el Museo Van Gogh, y que aunque no hayamos tenido el placer de visitar siempre podremos recrearla a través del catálogo editado con ocasión de la misma.

Se abre el libro con una imagen de la fotógrafa británica Julia Margaret Cameron titulada Mnemosyne, la personificación de la Memoria en la mitología griega. Fotografía y memoria unidas conceptualmente a través de la propia imagen retratada.





Mnemosyne (Marie Spartali), Julia Margaret Cameron (1868).

A partir de aquí se propone un original recorrido en el que se nos presentan diversas maneras en que las personas de a pie hemos venido usando y transformado las fotografías como mejor forma de preservar y realzar el recuerdo asociado a ellas.


El valor de la fotografía como recuerdo. "Un retrato dentro de otro".

E.C. Dana. Retrato de una mujer mirando una foto de una mujer, c. 1880. © Forget me not.

Retrato de dos niños, uno sujetando un daguerrotipo, c. 1885. © Forget me not.

Retratos coloreados a mano, más cercanos a la realidad.

Retrato de una mujer, c. 1870. © Forget me not.

Príncipe indio con bigote (posiblemente el Rajá de Datia), 1890s. © Forget me not.

La identidad colectiva y el esfuerzo compartido.

Orla del Programa de Técnicos Psiquiátricos de Ventura College, 1971. Tomado de la página de Camarillo State Hospital. Las orlas y fotos grupales no actúan únicamente como testigos del grado académico conseguido, sino que fijan en la memoria los compañeros encontrados.

La orla de mi promoción. Un poco austera sin duda.

Medallas, estuches y relicarios. Imágenes joya.

Broche con cuatro fotos a la albúmina, c. 1860s. © Forget me not.

Estuche con dos fotos, c. 1860s. © Forget me not.




Emparejamientos para la eternidad.



Retrato de un hombre uniformado y una mujer (Norma Lee), c. 1942. Enmarcado con balas, posiblemente realizado durante el servicio militar. © Forget me not.




Imágenes personalizadas.

Retrato nupcial, c. 1890. © Forget me not.

Retrato de Catherine Christ, c. 1859. "Letherolfsville Oct 29 AD 1859. Este es el semblante de Catherine Christ. Cuando este muerta y en la tumba. Cuando mis huesos se pudran. Recuerdamé. Cuando veas esto o seré olvidada. La hierba es verde. La rosa es roja aquí está mi nombre cuando esté muerta". © Forget me not.


Álbumes.

Álbum de la familia Cator, c. 1860s. © Forget me not.

Álbum de fotografías, c. 1939-1950. © Forget me not.

Y una vez dicho esto, en la próxima entrada volvemos a las "psiquifotos" más propiamente dichas.


BIBLIOGRAFIA



Batchen, G. Forget me not. Photography & Remembrance. Van Gogh Museum - Princeton Architectural Press. Amsterdam - New York, 2004.








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